De aguas tranquilas y cristalinas, un territorio insular unido al continental del estado Falcón, da vida a la población de Tucacas y las islas y cayos que conforman el Golfo Triste, mejor conocido como Parque Nacional Morrocoy.
Se ubica geográficamente en la región nororiental costera falconiana, entre Boca de Aroa y Chichiriviche.
Nace como población de pescadores en el siglo XVIII; hoy en día ostenta una movida actividad comercial y turística. Cuenta con una amplia gama de opciones de servicios de alojamiento, restaurantes, casinos, transporte, tiendas y almacenes comerciales, hospitales y clínicas, transporte terrestre y marítimo, entre otros.
Por ser una referencia turística para venezolanos y extranjeros los 365 días del año, actualmente se consolida como una población en vías de desarrollo.
Es un error hablar de Morrocoy y Tucacas por separado, debido a que gracias a la geografía, la historia, la cultura y la actividad comercial las une en un mismo destino turístico.
Con el mar a sus pies, el turista que visite Tucacas, tendrá a su disposición la opción multidestino ideal para apreciar y disfrutar las bondades del Parque Nacional Morrocoy.
Basta con embarcarse en un Peñero, a través de sus tantos muelles, para emprender un viaje inolvidable entre manglares, islotes y cayos; destino predilecto de quienes buscan alejarse de lo cotidiano y relajarse en aguas cristalinas, de bajo relieve y dominadas por un cromatismo de azules y verdes que evoca el paraíso terrenal rodeado por mar.
Tan maravillosas son sus bondades, que turistas de todas las latitudes califican a este destino como el ideal para todas las edades, grupos familiares, laborales y educativas; luna de miel y compromisos.
Es característico ver una gran cantidad de edificios residenciales que bordean la Bahía de Tucacas, porción marina del parque nacional morrocoy que antecede al golfo triste, por lo que hace de Tucacas el sitio que todo temporadista quiere visitar ya que en ellos consigue los servicios indispensables para tener unas vacaciones de excelencia.
Parque Nacional Morrocoy
Este parque, que ocupa tanto zonas terrestres como acuáticas del Golfo Triste, fue creado mediante Decreto Presidencial No. 113, el día 26 de mayo de 1974. Contiene una gran cantidad de islotes o cayos entre los cuales se encuentran Borracho, Pelón, Sombrero, Sal, Playuela y Peraza.
Las playas de Morrocoy son espectaculares. Pero también debajo de ellas los corales y los peces ofrecen todo su esplendor a los submarinistas.
El clima es tropical de sabana con influencia monzónica, sudanés e isotérmica. Durante casi todo el año, las temperaturas van de los 25 a 30 grados centígrados.
La fauna local puede observarse una gran diversidad de aves marinas como pelícanos, flamencos, corocoro rojo y blanco, tijereta de mar, garzas y gaviotas.
Bajo la superficie marina conviven extensas formaciones de arrecife coralino con diversidad de especies de peces, invertebrados marinos y algas.
Delfines, tortugas marinas y el caimán de la costa comparten hábitat en la región, llegando a veces a interactuar con visitantes.
Por lo calmado y poca profundidad de sus aguas, en el Parque Nacional Morrocoy, se puede realizar actividades deportivas y recreacionales tales como: submarinismo, sky acuático y windsurf.
Para los que aman interrelacionarse con la naturaleza y acampan en carpas, algunos cayos permiten la pernocta con la condición de mantener durante la estadía una sana convivencia con los demás usuarios, no contaminar, promover la preservación del medio ambiente y presentar ante las autoridades competentes el pago del tributo especial al Instituto Nacional de Parques (Inparques).
Culinaria tucaqueña
En esta región resaltan los platos hechos a base de frutos del mar, pescados, moluscos, ostras, mejillones, crustáceos, etc. La creatividad de los tucaqueños va desde el tradicional plato playero: hervidos y fosforera, pescado frito, tostones, y ensalada rayada. En la mayoría de los restaurantes de Tucacas el menú es más flexible, llegando a ofrecer paellas, arroz a la marinera, fideuá, y platos internacionales.
El desayuno se caracteriza por ser criollo. Predominan las ventas ambulantes de empanadas rellenas de cazón, carne, queso, perico, dominó y pabellón entre otras. Asimismo, el desayuno a base de arepas, caraota, huevo y cazón es ofrecido en restaurantes.
Semana de fervor cristiana
Según el profesor e historiador, Cruz Enrique Otero Duno, actual cronista de Tucacas, a principio de los años 50 la procesión con la imagen del Nazareno, la Dolorosa y el Santo Sepulcro a través de las calles de Tucacas, tenia como característica elocuente el hecho que las damas que transportaban las andas iban vestidas sobriamente de negro y con velos del mismo color para demostrar el sufrimiento del hijo de Dios. La celebración de la semana santa en Tucacas se inicia desde tiempos inmemorables, el dato más antiguo se refiere al año 1895 ciando se realizaba la agenda litúrgica en una capilla de tabla de guano, barro y coco.
El fiel cumplimiento de las restricciones de la cuaresma, el ayuno y abstinencia, se constituían en los principales enunciados para la feligresía tucaqueña.
Otra representación que vale la pena ver, es la quema de Judas El Traidor. Se trata de una alegoría de la comunidad hacia la justicia popular, expresando el descontento con los personajes importantes de la región y una queja con el acontecer político.
“Durante la celebración de la fecha santa, en la mayoría de las poblaciones costeras del país, especialmente el Domingo de Resurrección, se bendice el mar. En Tucacas, el Párroco, autoridades oficiales, militares y civiles; así como el público en general caminan llevando el Palio desde la iglesia hasta la orilla del mar, en el muelle de Tucacas donde rinden honor al mar al ofrecer la Hostia Consagrada”, indicó el cronista Otero Duno.
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